VIERNES, 4:22 AM

Que cansancio de decir y escribir siempre lo mismo los viernes. Parece como si fuera el único día en que en verdad siento algo punzante en mi que me trae hasta acá. Por más que todos los días me den ganas de escribir algo, quizás no sale tanto de mi esa cosa que me llama la atención. Los viernes me doy cuenta de cosas que el resto de los días se me olvidan, y este viernes me di cuenta que tengo que dejarlo impreso en algún lugar.

Los viernes son como fiebre para mi, nacen de repente, bajan de golpe. Y ese algo que lo hace bajar, es siempre lo mismo, siempre el mismo remedio, siempre el mismo efecto, no siempre las mismas consecuencias. Pero difieren en una variable de 3 o 4 opciones. Es así, el remedio: nunca falla. Y no dudo de ello, es como un antibiótico: a los 3 días no contagias más. Bueno, esto es algo así pero de acción más rápida. Y aunque en la semana no encuentro cómo agradecerte, remedio, antibiótico, aunque normalmente busco pero no encuentro un momento para hacerte una visita. Aunque si esto fuera al revés, lo mataría. Te extraño, y después de 3 días de no hablar con vos me doy cuenta que un miércoles, jueves o viernes sin vos es la perdición, jajaja. No hagas más esas cosas.

Mejor amigo, la flashié un poquito.
Estoy re fisura, y no me tome un fernando.
No rinde.
Pero seguila mamando.
Son las 04:39 AM
y el chihuahua delineado
se va a la cucha :D

JA, CHISTAZO.