Parte I “Vos”
Acabo de caer en la cuenta de la
fecha del día de hoy. 27/06, ¿qué loco no? Un día como hoy hace 3 años, WOW,
tres años ya... Y a mí me parece que fue ayer… En fin… ¿Qué decir que no haya
dicho antes? Este día sigue siendo muy especial para mí, porque en un momento
como este, pero hace 3 años estaba a punto de verte por primera vez
personalmente y ¿quién de los quiénes se iba a imaginar que algún día iba a
estar así? Cuando yo, en realidad, lo último que me imaginaba era que vos y yo íbamos
a llegar a algo concreto. Pero bueno, son esas sorpresas lindas que te da la
vida de vez en cuando. Aunque a mí, y lo digo con toda vehemencia, me pasó una
sola vez y fue nada más y nada menos que con vos. A veces desconfío que la vida
me pueda llegar a sorprender alguna vez más como me sorprendió cuando
apareciste vos. Llegaste a mí, casi sin pensarlo, de la nada, un miércoles 17
de junio. Y a partir de ese día, nunca más pude dejar de pensar en vos, de
quererte, de anhelarte, de desearte. Detrás de mi escritorio está la pared de
testigo de las noches que me pasaba pensando en vos y en cómo me deslumbrabas
con esa personalidad, esa forma de ser tan natural que tenés vos. Sin
conocerte, ya escribía cosas sobre vos, cosas que en ese momento solo me
imaginaba y terminaron siendo reales. La mayor parte de las veces que las leo,
me pongo mal y tengo que dejarlas de lado, porque es difícil quedarme con la
sensación hermosa que sentía en el momento en que lo escribí y no con el vacío
tan imponente que siento ahora que ya no estás más acá. A veces me doy cuenta
de lo increíble que fue conocerte y lo genial que fue mi vida al lado tuyo esos
dos años y pico que te tuve conmigo. Al lado de toda una vida, no es nada dos años
y medio, y sin embargo, siento que sos más importante que muchas otras personas
que conozco desde hace más tiempo.
Parte II “El tiempo”
Pero, ¿qué es el tiempo? Y ¿por
qué todos se empeñan en medir las cosas con el tiempo? Es un planteo que me
vengo haciendo desde que alguien me dijo: Estuviste dos años con él, no podés
llorarlo un año. Como si el amor fuera una cuestión de proporcionalidades
temporales. No puedo estar más en desacuerdo. A veces me siento inundada por el
tiempo, porque el tiempo además de ser una medida, es algo así como una presión
que se le impone a uno, en la facultad, en el trabajo, en la vida misma. Algunas veces siento que el tiempo es un juego maligno que la mayor parte de las veces,
encuentra la manera de hacerte perder. Otras, me parece que es lo único que va
a sanar este vacío que siento adentro mío. Nunca estoy completamente segura de
si es mi enemigo o es mi amigo.
Además, también es culpa suya la
maldita sensación de que no pasa, o de que pasa demasiado rápido. Quizás
tanto que no nos da “tiempo” a sostenerlo, aunque sea por un rato, porque a
veces nos dan ganas de detenerlo y poder apreciar lo que tenemos un ratito más.
Pero no, el tiempo es uno y se va, se escapa, como si tuviera apuro de llegar a
algún lado en especial.
Parte III “Medir”
La cuestión es que siento que hay
cosas que no tienen que tener medidas, ¿por qué hay que medir todo en la vida? ¿Acaso
los seres humanos no podemos vivir sin tener un cálculo de todo? ¿Una proporción?
¿No podemos vivir con una simple idea de algo, un sentimiento que no
necesariamente tenga que ser comparado o determinado con una cantidad? ¿Qué es medir?
medir.
(Del lat. metīri).
1. tr. Comparar una
cantidad con su respectiva unidad, con el fin de averiguar cuántas veces la
segunda está contenida en la primera.
3. tr. Comparar
algo no material con otra cosa.
5. intr. Tener
determinada dimensión, ser de determinada altura, longitud, superficie,
volumen, etc.
Me parece que no es necesario tener
dimensiones de todo, solo de lo necesario o de lo concreto. Pero, ¿cómo vamos a
medir el amor si apenas sabemos lo que es? Yo creo fervientemente que si hay
algo que no se puede medir es eso, y si se puede medir es porque no se lo
siente tanto. A mi me pasaba que cuando le decía “te amo mucho” no me parecía
suficiente, porque no hay una palabra
que me pareciera que demostrara todo lo que sentía por él. Porque a final de
cuentas, el amor no es una sola cosa, son muchas. Por lo menos, a mi criterio, ¿no? Yo tampoco
estoy muy segura de lo que es concretamente el amor, hay días que creo que
existe, otros creo que no, que es solo una simple idea que nos gusta creer que
es verdad. Pero si no es verdad, entonces ¿qué es lo que sentí por vos? O más
bien ¿qué es lo que siento? Porque yo no lo considero como una simple idea, lo siento
mucho más real. Pero no lo veo, solo lo siento.
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