martes, 26 de junio de 2012

Veintisiete de junio


Parte I “Vos”
Acabo de caer en la cuenta de la fecha del día de hoy. 27/06, ¿qué loco no? Un día como hoy hace 3 años, WOW, tres años ya... Y a mí me parece que fue ayer… En fin… ¿Qué decir que no haya dicho antes? Este día sigue siendo muy especial para mí, porque en un momento como este, pero hace 3 años estaba a punto de verte por primera vez personalmente y ¿quién de los quiénes se iba a imaginar que algún día iba a estar así? Cuando yo, en realidad, lo último que me imaginaba era que vos y yo íbamos a llegar a algo concreto. Pero bueno, son esas sorpresas lindas que te da la vida de vez en cuando. Aunque a mí, y lo digo con toda vehemencia, me pasó una sola vez y fue nada más y nada menos que con vos. A veces desconfío que la vida me pueda llegar a sorprender alguna vez más como me sorprendió cuando apareciste vos. Llegaste a mí, casi sin pensarlo, de la nada, un miércoles 17 de junio. Y a partir de ese día, nunca más pude dejar de pensar en vos, de quererte, de anhelarte, de desearte. Detrás de mi escritorio está la pared de testigo de las noches que me pasaba pensando en vos y en cómo me deslumbrabas con esa personalidad, esa forma de ser tan natural que tenés vos. Sin conocerte, ya escribía cosas sobre vos, cosas que en ese momento solo me imaginaba y terminaron siendo reales. La mayor parte de las veces que las leo, me pongo mal y tengo que dejarlas de lado, porque es difícil quedarme con la sensación hermosa que sentía en el momento en que lo escribí y no con el vacío tan imponente que siento ahora que ya no estás más acá. A veces me doy cuenta de lo increíble que fue conocerte y lo genial que fue mi vida al lado tuyo esos dos años y pico que te tuve conmigo. Al lado de toda una vida, no es nada dos años y medio, y sin embargo, siento que sos más importante que muchas otras personas que conozco desde hace más tiempo.

Parte II “El tiempo”
Pero, ¿qué es el tiempo? Y ¿por qué todos se empeñan en medir las cosas con el tiempo? Es un planteo que me vengo haciendo desde que alguien me dijo: Estuviste dos años con él, no podés llorarlo un año. Como si el amor fuera una cuestión de proporcionalidades temporales. No puedo estar más en desacuerdo. A veces me siento inundada por el tiempo, porque el tiempo además de ser una medida, es algo así como una presión que se le impone a uno, en la facultad, en el trabajo, en la vida misma. Algunas veces siento que el tiempo es un juego maligno que la mayor parte de las veces, encuentra la manera de hacerte perder. Otras, me parece que es lo único que va a sanar este vacío que siento adentro mío. Nunca estoy completamente segura de si es mi enemigo o es mi amigo.
Además, también es culpa suya la maldita sensación de que no pasa, o de que pasa demasiado rápido. Quizás tanto que no nos da “tiempo” a sostenerlo, aunque sea por un rato, porque a veces nos dan ganas de detenerlo y poder apreciar lo que tenemos un ratito más. Pero no, el tiempo es uno y se va, se escapa, como si tuviera apuro de llegar a algún lado en especial.

Parte III “Medir”
La cuestión es que siento que hay cosas que no tienen que tener medidas, ¿por qué hay que medir todo en la vida? ¿Acaso los seres humanos no podemos vivir sin tener un cálculo de todo? ¿Una proporción? ¿No podemos vivir con una simple idea de algo, un sentimiento que no necesariamente tenga que ser comparado o determinado con una cantidad?  ¿Qué es medir?

 medir.
(Del lat. metīri).
1. tr. Comparar una cantidad con su respectiva unidad, con el fin de averiguar cuántas veces la segunda está contenida en la primera.
        3. tr. Comparar algo no material con otra cosa. 
        5. intr. Tener determinada dimensión, ser de determinada altura, longitud, superficie, volumen, etc.

Me parece que no es necesario tener dimensiones de todo, solo de lo necesario o de lo concreto. Pero, ¿cómo vamos a medir el amor si apenas sabemos lo que es? Yo creo fervientemente que si hay algo que no se puede medir es eso, y si se puede medir es porque no se lo siente tanto. A mi me pasaba que cuando le decía “te amo mucho” no me parecía suficiente, porque no hay una  palabra que me pareciera que demostrara todo lo que sentía por él. Porque a final de cuentas, el amor no es una sola cosa, son muchas.  Por lo menos, a mi criterio, ¿no? Yo tampoco estoy muy segura de lo que es concretamente el amor, hay días que creo que existe, otros creo que no, que es solo una simple idea que nos gusta creer que es verdad. Pero si no es verdad, entonces ¿qué es lo que sentí por vos? O más bien ¿qué es lo que siento? Porque yo no lo considero como una simple idea, lo siento mucho más real. Pero no lo veo, solo lo siento.

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